
Esta espectacular cascada compite con la de San Mamés por ser la más alta de Madrid. Se encuentra en este punto.

La añado a mi blog porque cuando la visité, ojo, quizás en el mejor momento en el que se puede visitar, mes de enero, en pleno deshielo de las nieves y tras días de lluvia, personalmente me encantó y sobre todo porque es muy sencilla de hacer y a la que se llega en no más de 20 minutos desde donde se deja el coche.
En sencillo llegar hasta la cascada. La manera más rápida y accesible es cruzar el pueblo de Somosierra, y una vez pasada una gasolinera que dejaréis a la derecha, tenéis que tomar a la derecha también la antigua carretera Nacional I. Ojo no os paséis el desvío y sigáis hacia la izquierda porque así cogeréis la A1 dirección Burgos.
Debéis descender unos 500 metros por esa carretera sin apenas tráfico y debéis estar atentos porque a vuestra derecha veréis esta entrada que os llevará a vuestro destino

Debéis dejar el coche en el archén con precaución y a unos 100 metros tras adentraros en el sendero hay que sobrepasar una puerta metálica, que atravesaremos por la derecha, donde hay un cierre automático para el paso de personas, recordar cerrar la puerta.
Continuar por el camino hasta que os encontréis con un riachuelo, el Arroyo de las Pedrizas. Aquí tendréisque girar hacia la derecha y paralelo al arroyo, buscar un lugar seguro para cruzarlo, que será más fácil o más dificultoso dependiendo de la época del año en que vayáis y por tanto del torrente de agua que lleve el arroyo.
Con un poco de precaución, sobre todo si váis con niños y ya siguiendo el ruido que hará el agua al caer, os encontraréis con esto, una preciosa cascada de 40 vertiginosos metros de altura.
Si queréis ver la cascada desde un punto más alejado, tenéis que volver hacia el Arroyo de las Pedrizas que cruzamos. Aquí tienes que seguir el camino ascendente por el lado derecho de las grandes rocas que dan a la Chorrera de los Litueros. Encontraréis diferentes miradores que os permitirán ver el salto de agua desde diferentes perspectivas.
Como siempre hay otras maneras de llegar a la cascada, que parten desde el pueblo de Somosierra, para eso hay muchas páginas webs y blogs en la que descubriréis cómo hacerlo, pero yo añado aquí este lugar porque primero es precioso y luego es más que accesible.
Para evitar decepciones y que luego no os encontréis la cascada con el cauce que os muestro, es FUNDAMENTAL elegir un buen momento del año, y ahí yo diría elegir, enero, febrero o marzo e intentar hacerlo tras una buena temporada de lluvias, o cuando hayan caído nevadas recientemente, si no os la podréis encontrar con mucho menos caudal.