En esta entrada vuelvo a tratar de mostraros con mi humilde experiencia otros de los principales atractivos de esta preciosa región que es la Comunidad Foral de Navarra. Os hablaré del considerado nada menos como el mayor desierto de Europa, las Bardenas Reales, y que completaremos con una visita a otro de los lugares más representativos de Navarra como es el Monasterio de Leyre. Ambos se pueden hacer un día apurándolo o bien en un par de ellos, si lo queréis hacer más relajado.
El Parque natural de las Bardenas Reales (declarado en 1999) se encuentra al sureste de la Comunidad Foral de Navarra, casi en el límite con la Comunidad Autónoma de Aragón. Está a unos 100 kms de Pamplona y Zaragoza y el núcleo urbano más grande cercano es Tudela, a apenas 25 kilómetros. Se trata de un Parque Natural de belleza salvaje declarado además Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Un paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas que impacta y sorprende y que hace que parezca que estamos en Arizona o Utah más que en nuestro país.
Como curiosidad decir que el lugar ha sido escenario de anuncios televisivos, videoclips musicales y películas como «Airbag», «Acción Mutante», «Orgullo y Pasión», «El mundo nunca es suficiente» , «Anacleto Agente Secreto» o de series como «Juego de Tronos», aquí tenéis una pequeña muestra de esta última serie de culto (Youtube/Game of Thrones)
Empecemos por el principio, lo primero en mi opinión que es importante es encontrar bien la entrada. Yo fui con un GPS poniendo como destino Bardenas Reales y me llevó a un sitio equivocado que me hizo perder más de media hora así que trataré de deciros a continuación cómo llegar bien. El acceso más común para empezar la ruta por el Centro de Información del Parque lo tenéis que coger poco antes de llegar a Arguedas si venís por el sur por ejemplo de Madrid, Zaragoza, etc, o si venís desde Pamplona es una vez pasado este pueblo en un desvío que está bien señalizado. Avanzáis unos kilómetros por esa carretera y llegaréis al Centro. Desde allí lo mejor es que os paréis para que os dén un mapa y os informarán de todo lo que queráis del Parque. Esta es la ruta si venís desde Pamplona.
Decir que en el Parque, y como véis en este mapa que es el que os darán en el centro tiene varias zonas y varios accesos, pero lo más interesante y lo más conocido y visitado se encuentra en la conocida como la Bardena Blanca, más concretamente la Blanca Baja, cuyo nombre proviene de las sales blanquecinas que se extienden por su superficie debido a la abundancia de yesos y arcillas en su suelo. Decir que el acceso es gratuito y en su página web www.bardenasreales.es podréis consultar sus horarios y más al detalle todo tipo de información.
Una vez pasado el Centro de Información Turística y como a unos 3 kilómetros por una carretera estrecha empezaréis a adentraros ya en el parque.
Yo fuí en el mes de abril con lo que todavía había alguna pequeña balsa de agua y donde pude escuchar un concierto de ranas muy divertido.
Hay un pequeño atajo a la izquierda que te lleva directamente a la atracción principal de las Bardenas, Castiltierra, pero yo recomiendo seguir avanzando hasta llegar donde empieza la ruta circular que es donde se concentra lo más interesante. En recorrer dicho circuito se tarda como una hora y media sin paradas y la distancia es de unos 34 kms según nos dicen en el punto de información.
Yo os aconsejo que hagáis vuestra visita en sentido contrario a las agujas del reloj, es decir, de derecha a izquierda, para seguir con mi máxima de siempre en los viajes, dejar lo más interesante para el final. En ese punto veréis que llegáis de frente a un cuartel militar con un promontorio o elevación del terreno al lado, detrás del cual se encuentra un polígono de Tiro de la Aviación, de ahí que el acceso al interior del territorio circular, esté tan restringido.
Y aquí comienza la visita ¿estáis preparados para adentraros en el Salvaje Oeste Americano?
Decir que es posible hacer la visita en coche por una pista sin asfaltar pero también hay circuitos a caballo y guiadas. Una muy buena opción es ir con la bicicleta ya que hay infinidad de rutas por todo el Parque. Si vas en coche recuerda detenerte nada más que en las zonas habilitadas y señalizadas como aparcamiento.
Giramos a la derecha cuando llegamos al cuartel militar y comenzamos el recorrido circular. La verdad es que toda esta primera zona que nos vamos a encontrar y dado que es vuestra primera toma de contacto con la zona os sorprenderá por el aspecto desértico aunque bien es verdad que no hay muchas áreas para deteneros y tampoco muy interesantes, lo mejor empieza más adelante.
Si seguimos el camino, nos acercaremos ya a una zona de cerros altos, llamados la Ralla, el Rallón y Sanchicorrota (con la historia del bandolero que lo habitaba) y donde anidan gran cantidad de aves como buitres y otras rapaces, de ahí que unos cuantos meses del año (de marzo a agosto) no se puedan hacer las rutas a pie por los alrededores. Yo como voy en abril me tengo que conformar con ver toda esa zona desde la distancia. Estoy seguro que subir a uno de estos picos que veo debe ser toda una experiencia.
El clima en las Bardenas se caracteriza por tener veranos muy cálidos, inviernos moderadamente fríos, con escasas precipitaciones y con el viento característico, el famoso cierzo, azotando la zona con velocidades de entre 20 y 30 km / h.
Dado que no hay muchos lugares para detenernos seguimos avanzando y llegamos a uno de mis sitios favoritos de las Bardenas. Lo veréis porque quizás tiene el aparcamiento más grande de esta zona y espero que os quedéis tan alucinados como me quedé yo ¿este paisaje no parece de otro planeta?
El sitio me pareció de lo más sorprendente, de lo mejor de lo que pude visitar. Para que no os lo paséis, en este pequeño mapa trato de indicaros el lugar exacto (flecha naranja). Hay un aparcamiento grande y el terreno es entre blanco y amarillo, ya que predomina el suelo de arcilla y yeso.
Esta zona es una maravilla, esto sí es lo más parecido a un desierto y comienzo a disfrutar del entorno lleno de pequeños barrancos y oquedades fruto de la erosión del agua.
Aquí os recomiendo pasar un buen rato, subiendo a los lugares más altos que os permitirán tener una vista de los alrededores. De esta zona se ven todos los cerros de esa parte norte, Piskerra, el Truco y el Rallón.
Además puedo disfrutar de vistas como estas, con el Pico Moncayo nevado al fondo.
Después de un buen rato, me monto otra vez en el coche, por cierto, prepararos para que se os ponga perdido el coche por dentro y por fuera, un túnel de lavado no sería un mal negocio a la salida ;).
Sigo el camino y en la parte más alta del «rectángulo» me encuentro con otra zona como la que he pasado, no es tan grande, pero igualmente impresionante.
Aquí nos encontramos en el terreno con el llamado efecto de piel de elefante o bad lands producidos también por la acción del agua.
La forma del relieve de las Bardenas Reales debe su singularidad a la calidad y estructura de los materiales y a la acción del agua y del viento. La alternancia de arcillas, calizas y areniscas, con un claro predominio de las arcillas, material blando e impermeable, permite que la erosión de la lluvia actúe rápida e intensamente dado su carácter esporádico pero torrencial. Ojo no ir cuando llueve o haya llovido porque el barrizal puede ser impresionante.
Dejamos esta zona y ya muy cerca nos acercamos al lugar más famoso y absoluto símbolo de las Bárdenas Reales, el cabezo de Castiltierra.
Esta formación es de las pocas que queda tras el proceso de cómo se formaron las Bardenas Reales, fruto de una fase de sedimentación de millones de años en toda la cuenca del Ebro. Luego llegaría la fase de erosión de viento y agua. Este cabezo y los otros pocos que hay, se conservan debido a que en la parte superior de ellos hay una capa de roca dura (arenisca o caliza) más resistente a la erosión y que ha podido proteger a las zonas inferiores más blandas (arcillas).
El sitio es fantástico, eso sí, prepararos a que esté lleno de gente haciéndose mil y una fotos, y curiosamente muchos, muchísimos franceses, por lo visto son unos enamorados de esta zona.
Desde aquí podéis hacer una pequeña ruta de aproximadamente un kilómetro que parte del aparcamiento al pie de Castiltierra. Debéis bajar al Barranco de las Cortinas y seguir el camino en dirección oeste para seguir el desfiladero. Al llegar a una antigua represa, un camino en fuerte pendiente a la izquierda os sacará del barranco. Volver bordeando el barranco.
Una vez que dejo Castiltierra, decido coger un tramo de la carretera fuera del circuito y que va directamente a la salida hacia Arguedas para acercarme a un lugar y tener una perspectiva más lejana de la zona y donde se puede ver uno de los refugios de pastores que hay por la zona.
Vuelvo a Castiltierra para seguir haciendo el camino circular y en poco tiempo llegaremos a otro de los principales atractivos de la zona, y que tiene la particularidad de que es posible subir al cerro por unas escaleras, el Cabezo de las Cortinillas.
Antes de subir los 219 escalones que concretamente tienen las escaleras, se sube a un primer cabezo desde las que hay ya unas vistas espectaculares, al fondo se puede ver el campo militar.
Pero por las escaleras que hay subimos al cerro más alto, desde las que hay unas vistas ya increíbles.
Este mirador es un lugar fantástico para hacerse la idea de la extensión de la depresión que ocupa la Bardena Blanca Baja, que aunque ocupa una pequeña parte del Parque tiene lo más interesante del mismo.
Una vez que disfrutamos de las vistas, descendemos ya para terminar la ruta y dar por finalizada la visita a este fantástico lugar, no sin antes apreciar las carreteras dignas de Monument Valley, ¿no?
Antes de llegar a nuestro punto de partida, es posible ver otro cabezo.
Y ya tomamos el camino de vuelta hacia el Punto de Información del Parque.
Deciros que si tenéis el suficiente tiempo para pasar la noche cerca y queréis vivir una experiencia en hoteles singulares, podéis elegir entre el hotel Casas Cueva de las Bardenas (www.lasbardenas.com) donde os podréis alojar en cuevas muy cerca del Parque Natural.
Pero en el que parece que viviréis una experiencia diferente es el hotel Aire de las Bardenas (http://airebardenas.com) en la parte sur, muy cerca de Tudela.
Pasé justo al lado y aunque por tiempo no tuve la oportunidad de probarlo, la pinta del hotel era estupenda, no es un hotel barato pero debe ser toda una EXPERIENCIA, ¿o no lo pensáis viendo las fotos?.
¿Os imagináis dormir en estas habitaciones burbuja viendo las estrellas? espero poder disfrutarlas un día en el que venga con más tiempo.
Cuando dejé las Bardenas, eran ya casi las tres, así que decidí ir a comer cerca y lo hice en un Restaurante en el cercano pueblo de Arguedas, llamado Bardenas. Comí un menú de 15 euros, sencillo pero de calidad-precio correcto.
Después de comer y dado que tenía la tarde por delante, decidí ir a conocer otra de las atracciones principales de Navarra, el Monasterio de Leyre, así que cogí la autopista de pago dirección Pamplona y luego la autovía A21 dirección Jaca.
Había leído que por el camino había varias gargantas o cañones dignos de visitar, así que decidí ir a conocer el de más fácil acceso y que tiene un mirador espectacular (recorrí unos 130 kms.). Este es el llamado Foz de Arbeyun, por cierto la denominación Foz es herencia del romance navarro. Hay otros cercanos como el Foz de Lumbier también muy interesante y que tiene una ruta a pie paralela al río por lo visto muy interesante.
El Foz de Arbeyún ha sido formado por el río Salazar, afluente del Irati que desciende de los Pirineos y que en esta zona ha «esculpido» una impresionante garganta. Desde hace miles de años, el río ha ido excavando la roca poco a poco, y como resultado tenemos este cañón de aproximadamente 6 km, con una anchura desde una decena de metros a casi 600 y un desnivel máximo de 385.
La vista del cañón es indescriptible, me dejó boquiabierto, y sus paredes verticales son el hábitat de multitud de aves como el imponente buitre leonado, con la cuarta población más importante de la Península Ibérica con 228 parejas. También hay alimoches, águilas reales, quebrantahuesos, etc. Me quedo un rato y veo unas cuantas de estos aprovechando el silencio y la tranquilidad que se respira. ¡Qué maravilloso lugar!
Hacia el otro lado también las vistas son espectaculares, de los Pirineos navarros que se empiezan a divisar en el horizonte.
El camino de vuelta merece la pena y podremos ver rincones tan bonitos como esta vista del río Irati.
Tras haber recorrido unos kilómetros desde el mirador y una vez vuelto a la autovía A21, encontramos muy bien señalizado el desvío hacia el Monasterio de Leyre.
Y esta es la ruta completa desde las Bardenas.
Lo primero que debo decir para no llevar a malos entendidos en esta visita, es que no esperéis visitar un Monasterio, ya que el original no se conserva ya en la actualidad, siendo el que hay hoy en día reconstruido en el siglo XVII y por lo visto con no mucho valor arquitectónico. Debéis tener en cuenta que lo que visitaréis será la iglesia y la cripta y que si no lo hacéis mediante una visita guiada, y salvo que conozcáis la historia del lugar, os resultará seguramente decepcionante. Pero os puedo asegurar que si la hacéis guiada y sobre todo os gusta la historia el lugar desde luego que merece la pena.
Dejo el coche en el amplio aparcamiento y subo un poco la colina hacia una fuente para tener una buena perspectiva de todo el conjunto arquitectónico, cuyo entorno además, es otro de sus mayores atractivos.
Por supuesto contrato la visita guiada (3.5€) y que se hace cada hora por la mucha afluencia de público este domingo. La entrada sin guía vale 3€ y no entiendo que no se opte por la visita guiada porque además es bastante breve, de unos 40 minutos, con lo que no se hace nada pesada.
Desde fuera ya es fácil apreciar la majestuosidad de cada uno de los edificios. En su parte más exterior se encuentra el monasterio actual y que no es visitable. Según nos cuenta el guía lo ocupan actualmente 18 monjes de clausura benedictinos.
Al lado está la iglesia de San Salvador de Leyre con sus ábsides y su torre, y por donde se accede a la cripta.
Y el edificio anexo a la iglesia donde se encuentra actualmente un hotel (Hospedería de Leyre) y que es donde originariamente se situaba el monasterio, al que por cierto han abierto uno de sus lados ya que el antiguo era cerrado, albergando un claustro en su interior. Se sabe que existía un monasterio ya en el siglo IX que fue destruido por los musulmanes
Por último no puedo dejar de admirar las vistas que hay hacia el embalse de Yesa y por tanto la situación privilegiada de la que goza el Monasterio.
Comenzamos la visita guiada y no me gustaría daros mil datos del lugar porque me gustaría que lo oyeséis vosotros mismos, sólo os diré algunos que considero más importantes. Lo primero que el guía nos repite es que el llamado Monasterio de Leyre (nombre que proviene de la Sierra en la que se encuentra) tiene importancia ya que es considerado el corazón espiritual del Reino de Navarra, este es su principal valor, y ocupa un lugar muy destacado en su historia ya que en él está ubicado el panteón en el que yacen los primeros monarcas del reino de Pamplona.
Entramos en la cripta, posiblemente del siglo XI. Parece que se construyó en principio para allanar el terreno y poder construir encima la iglesia y que pudiera soportar su peso, pero también se piensa que pudo servir más adelante como relicario. En el siglo XVIII y con la Desamortización de Mendizábal, el monasterio fue abandonado durante más de cien años, menos mal que ya en el siglo XX y tras la Guerra Civil, se decidió la restauración de todo el complejo.
Tras la cripta se encuentra un túnel de la misma época que conducía al exterior desde el monasterio antiguo y que tiene una figura del monje Virila.
Pasamos a la iglesia, que está construida seguramente sobre los restos de una iglesia anterior. Se termina la construcción con su consagración en 1057 de la enorme cabecera de tres ábsides hecha toda en piedra.
Deciros también que el cuerpo del templo tenía una cubierta de madera hasta el siglo XVI que se hizo la bóveda gótica de piedra.
Después de unos minutos libres para dar una vuelta por la iglesia y donde podemos ver una especie de baúl que alberga juntos los restos de los reyes navarros, nos encaminamos hacia la puerta de atrás del siglo XII. Frente a ella la guía nos muestra el significado de algunas de las figuras que decoran las arquivoltas de la puerta y que prefiero que las escuchéis, ah, y que os cuente también la historia del monje Virila… por cierto la guía que nos tocó me pareció muy buena y con mucha pasión en todo lo que nos contaba.
Y ya por fin tras ver la iglesia por un lateral y asomarme a ver las vistas del lado oeste, finaliza la visita guiada que a mí personalmente como aficionado a la historia me pareció muy interesante. Quizás si no lo eres tanto, seguramente no será la mejor de las visitas.
Antes de dejar el lugar, y por recomendación de nuestra guía, entré de nuevo a la iglesia para escuchar un rato uno de los siete rezos en gregoriano que hacen los monjes de clausura diariamente y que resulta cuanto menos interesante por la sonoridad en la iglesia.
Y aquí finaliza esta entrada en la que he tratado de animaros a conocer otra de las partes de nuestro país que considero no deberíais perderte, ahora está en vosotros el buscar el momento para visitarlas y decirme qué te han parecido. Estoy seguro que pasaréis un buen rato!!
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