PRAGA (REPÚBLICA CHECA)

Praga es una ciudad de esas de las que pienso que hay que visitar preferiblemente en pareja (si no la tienes pues con quien sea ;)), como por ejemplo también París. Es una ciudad tan visitada y tan conocida, que nunca tuve prisa por descubrir, por eso es de las últimas ciudades interesantes europeas en las que he estado. Tenía que buscar un buen momento, y creí que tras la llegada de nuestra niña, era el destino ideal para iniciarla en el mundillo de los viajes al extranjero y además que subiera por primera vez a un avión (igualito que yo que tuve que esperar a los 18 años para ambas cosas). La peque tenía entonces 20 meses, y me pareció una ciudad ideal, ya que además de bonita, es pequeña, cómoda y a la que a todos los sitios interesantes se puede ir caminando sin problemas.

Para ello organicé un viaje sin estrés, sin prisas y con el objetivo de ver lo más importante tranquilamente, bastante al contrario por cierto que la forma de viajar que tengo normalmente. Fuimos de jueves a domingo, cuatro días en los que yo pienso que es tiempo suficiente para visitar la mayoría de los lugares de interés de la ciudad.

Así que un jueves 29 de mayo de 2014 partimos hacia Praga con un vuelo de casi tres horas. Teníamos incertidumbre por cómo lo pasaría nuestra niña pero la verdad es que fue dormida todo el viaje así que estupendo. A las 13.15 llegó nuestro avión al aeropuerto de la «Ciudad dorada».

Vamos con unos breves datos de la ciudad que siempre creo que ayudan y que considero interesantes. Praga es la capital de ese pequeño país que es la República Checa, y cuenta con una población aproximada y más o menos estable de 1.260.000 habitantes, cifra que supera los 3 millones teniendo en cuenta las áreas metropolitanas, el equivalente a un tercio de la población del país. Su belleza y patrimonio histórico la convierten en una ciudad siempre llena de turistas, no en vano en el año 2015 estuvo en el top 20 de ciudades más visitadas del mundo, siendo la novena de Europa, con unos 5.5 millones de turistas. Aunque ocupa el tercer lugar tras Dubai y Amsterdam en visitantes internacionales en relación a su número de residentes. Aquí la presencia de turistas se nota mucho, porque el área con lo más interesante de la ciudad es tan pequeño, que enseguida tienes la impresión de que todo está lleno (al estilo de Venecia por ejemplo). Eso seguramente es lo que menos me guste de la ciudad, por eso os aconsejo siempre procurar evitar temporada alta.

Contratamos con el hotel el servicio de recogida en el aeropuerto, pagamos 28€ pero fue muy cómodo, nos vinieron a buscar y en poco tiempo estábamos descargando los bártulos en la que sería nuestra casa durante cuatro días.

El hotel que elegí fue el U Zeleneho Hroznu (www.uzelenehohroznu.cz), un pequeño alojamiento muy bien situado en el barrio de ‘Mala Strana’, a escasos diez minutos del Castillo y en el que en su web podías reservar la habitación que quisieras con fotos de cada una (finalmente cogimos la Johannes Kepler), una costumbre por cierto que me parece estupenda. Tenía unas críticas buenísimas en Internet y es verdad que no fue barato ya que pagamos unos 450€ por las tres noches con desayuno, pero mereció la pena porque tanto el servicio, como la habitación, como el desayuno, fueron estupendos.

Tras dejar las maletas en el hotel y hacer el check-in, decidimos buscar un lugar para comer ya que eran sobre las dos y media. No nos complicamos y comimos en uno que estaba como a 20 metros del hotel, llamado SANTINI GARDEN restaurant, y la verdad es que nos gustó mucho. Yo me comí una carne de ternera espectacular y muy parecida a lo que estábamos acostumbrados.

DSC_0607 (FILEminimizer)

Tras reponer fuerzas y a pesar de que el día estaba lluvioso, volvimos al hotel y salimos a dar un paseo para tener un primer contacto con la ciudad. Nuestro hotel se encontraba en el lado oeste del río Moldava así que enseguida llegamos al famoso Puente de Carlos. Decir que muchas de las calles están empedradas con lo que empujar un carro a veces no es la mejor experiencia, pero eso sí, para los niños es un traqueteo que les encanta.

DSC_0645 (FILEminimizer)

Desde el puente, que por cierto a pesar del mal tiempo estaba lleno de gente, ya pudimos tener nuestro primer contacto con la ciudad y ya pudimos apreciar una de sus mayores atracciones, las vistas por ejemplo del castillo.

DSC_0644 (FILEminimizer)

Continuamos caminando hacia la Ciudad Vieja (Old Town) para terminar en su Plaza, sin más pretensiones que ver un poco el ambiente y tener una primera toma de contacto. Esta plaza sin duda es mi rincón favorito de la ciudad, aunque sea también el de miles de visitantes. Verla de noche es una experiencia fantástica, y pasear por sus calles cercanas estrechas e iluminadas, mágico, y cuanto más escondidas, mejor.

dsc_0786-fileminimizer

Tomamos una cerveza en un sitio llamado era el Creme Caffé Il Balcone, donde tuvimos la mala experiencia con lo que suele pasar en estos sitios turísticos. Praga es una ciudad más bien barata, pero atención porque en algunos lugares turísticos te pueden dar un buen «sablazo» con los precios, y más pagando en euros, y este fue el caso. Pagamos diez euros por dos cervezas y un zumo, por lo que os recomiendo siempre, y en la medida de lo posible alejaros lo más posible de sitios turísticos para tomar algo o fijaos en los precios si están puestos.

Cenamos en un sitio con más pena que gloria y sobre las once de la noche nos fuimos a dormir.

Este el pequeño paseo que habíamos hecho este día.

Ruta 1 día Praga

Día 2 Visita guiada.

Al día siguiente y tras disfrutar de nuestro estupendo desayuno y la amabilidad del personal sobre todo con nuestra pequeña, vino a nuestro hotel una chica llamada Jitka Jirátová con la que había contratado desde España una visita guiada de tres horas para enseñarnos lo más importante de la ciudad. No suelo hacerlo mucho pero pensé que sería más cómodo yendo con la pequeña en la silla, y además era en español con lo que nos venía muy bien para entenderlo todo. La chica resultó ser una maravillosa guía además de muy simpática y nos hizo una visita muy agradable. Este es su contacto por si alguna vez la queréis contratar: jitka.jiratova@gmail.com. Nos costó 75€ la visita de tres horas sólo para nosotros tres.

La visita comprendía la llamada Ciudad Vieja, la Ciudad Nueva y el Barrio Judío. Con ella veríamos todo esto entre otras cosas (no en este orden): Palacio Adria, Puente de Carlos, Teatro Nacional, Plaza de Jungmann, La Iglesia de la Virgen María de las Nieves, Pasaje Světozor y Pasaje Lucerna, Plaza de Wenceslao, Museo Nacional, La Calle del Foso, Teatro de los Estamentos, Torre de la Pólvora, Casa Municipal, Plaza del Barrio Viejo, el reloj astronómico, el barrio judío, Museo de holocausto y La Filarmónica.

Comenzamos cruzando el famosísimo puente de Carlos y aquí ella nos habló de un tema que a mí me interesa mucho, la segunda Guerra Mundial. Nos habló de la ocupación nazi del país y de la operación «Antropoide», por la que la resistencia checa atentó contra uno de los oficiales alemanes más sanguinarios, Reinhard Heydrich, alias el «carnicero de Praga», uno de los principales arquitectos del Holocausto. Eso sí, la venganza fue terrible, ya que los cercanos pueblos de Lidice y Ležáky fueron arrasados hasta los cimientos; todos los hombres y adolescentes de más de 16 años fueron ejecutados, y los habitantes restantes (mujeres y niños) fueron deportados y luego asesinados en los campos de concentración nazis. Esto es una muestra de lo que sufrieron los habitantes checos en esa época.

Toda esta zona junto al puente de San Carlos es preciosa y digna de contemplar tranquilamente.

DSC_0631 (FILEminimizer)DSC_0646 (FILEminimizer)

Cruzamos el puente y llegamos a una pequeña plaza, la plaza de los Cruzados (Krizovnicke namesti) donde está la Iglesia de San Salvador, de color blanco, restaurada en el siglo XVII y donde tienen lugar numerosos conciertos. A su lado se encuentra la iglesia de San Francisco de Asís, construida en estilo barroco entre 1679 y 1685. Nuestra guía nos muestra del interior además de la cúpula con el fresco de El Juicio Final, un órgano barroco único de 1702, que es el segundo más antiguo de Praga. Diferentes personalidades, como W.A. Mozart, entre otros, tocaron este órgano, actualmente restaurado.

DSC_0650 (FILEminimizer)

Seguimos por la calle y llegamos donde se encuentra la Filarmónica o Rudolfinum, la plaza Jan Palach. Jira nos cuenta la historia del praguense al que homenajea el nombre de la plaza. Jan Palach fue un estudiante checo que se suicidó prendiéndose fuego como forma de protesta política contra la invasión de Checoslovaquia en agosto de 1968. Esta fue llevada a cabo por las tropas del Pacto de Varsovia conducidas por la Unión Soviética para acabar con las reformas liberalizadoras del gobierno checo y terminando así con la Primavera de Praga. Ahí tiene una pequeña placa en su recuerdo, un auténtico héroe, desde luego.

DSC_0653 (FILEminimizer)

En la plaza se encuentra la Charles University, una institución pública fundada en 1348, lo que la convierte en una de las universidades más antiguas del mundo. En la actualidad es uno de los centros de enseñanza más ilustres de la República Checa debido a sus resultados pedagógicos y científicos y a su tradición histórica.

DSC_0755 (FILEminimizer)

Seguimos por la calle Siroká y llegamos al Museo Judío, que consta de varios edificios, las llamadas seis sinagogas (Pinkas, Maisel, etc). Es un lugar de memoria y donde se relata la historia trágica de la comunidad judía de Praga, una de las más importantes minorías de Bohemia antes del holocausto. Junto a él se encuentra el famoso cementerio judío, que no entramos pero que visto desde fuera, ya impresiona.

IMG_20171127_095028 (FILEminimizer)

Este cementerio fue usado desde el siglo XV y se estima que allí descansan más de 100.000 judíos. Las tumbas están muy amontonadas por una razón: los judíos no permiten destruir sus tumbas, por lo que creaban una nueva capa de tierra encima para tener capacidad para nueva tumbas. Así, llegó a haber hasta 12 capas de tierra que se descubrieron gracias a una excavación arqueológica. Sin duda no os lo perdáis, aunque sea un cementerio. Hoy en día es uno de los cementerios más famosos y visitados de Europa. Esta misma entrada sirve para visitar las seis sinagogas y, si hay mucha cola en el cementerio, se recomienda comprar el ticket en alguna de las sinagogas. Además de las exposiciones permanentes, en algunos edificios se organizan conciertos y exposiciones temporales temáticas.

Una de las curiosidades más impresionantes y al mismo tiempo tristes de Praga es el motivo por el que su barrio judío se conservó. Hitler quiso crear un museo” y eligió el barrio judío de Praga. El de la ciudad checa fue el único ghetto que sobrevivió a la destrucción de los nazis porque planeaban crear el “Museo Exótico de una Raza Extincta” después de acabar con todos los judíos de Europa. Por eso Praga fue una especie de almacén donde llevaban los objetos de sinagogas de otros países.

Esta zona os llevará un buen rato visitarla así que hacerlo sin prisas, a pesar de la cantidad de gente que veréis, nosotros no entramos en los edificios. En la calle U Starého hřbitova encontraréis unos cuantos puestos de souvenirs por si os animáis a comprar algo.

Continuamos por las calles de este barrio, conocido también como JOSEFOV y que sin duda es un IMPRESCINDIBLE de la ciudad. No os perdáis la arquitectura de sus edificios, que son muy interesantes. Estos por ejemplo en la calle Siroká.

DSC_0655 (FILEminimizer)

Aquí otra muestra de otro precioso edificio, el hotel U Pruni Reduty.

dsc_0660-fileminimizer

De camino nos encontramos por casualidad un desfile del grupo religioso Hare Krishna como siempre cantando y mostrando tan curiosas vestimentas.

dsc_0762-fileminimizer

Después de esta visita nos dirigimos ya a la joya de la corona de la ciudad, la Plaza de la Ciudad Vieja. Nuestra guía nos habla primero de la fantástica Iglesia de Nuestra Señora de Týn que destaca sobre todo los edificios con sus impresionantes torres que superan los 80 metros de altura. Os aconsejo que os acerquéis para verla de cerca y entrar en su interior.

dsc_0690-fileminimizer

La guía nos cuenta una historia curiosa que es que este templo es apodada la « catedral de los burgueses » ya que fue financiada por la élite comercial de la burguesía de la ciudad, para competir con la Catedral de Praga, ubicada junto al Castillo. La iglesia es construida durante la segunda mitad del siglo XIV en el lugar en el que se encontraba un antiguo edificio románico el cual ya acogía para la época a comerciantes extranjeros.

Paseamos y paseamos por la plaza, que es impresionante, los colores de los edificios, la arquitectura, se respira una atmósfera extraordinaria.

dsc_0671-fileminimizer

También por supuesto nuestra guía nos habla del Antiguo Ayuntamiento de Praga, y su impresionante torre. Este está compuesto por varias edificaciones que se fueron adhiriendo a este conjunto administrativo a lo largo de los años. El primer edificio se construyó en el año 1338, el conocido como la Casa de Wolflin von Kamen, y es el situado junto a la Torre del Antiguo Ayuntamiento, la cual se levantó en 1364. En el siglo XVIII el edificio dejó de ser la sede municipal, y con posterioridad, durante la ocupación nazi sufrió graves daños, por lo que tuvo que ser reformado de nuevo.

Sin duda el mayor atractivo está en subir a lo alto de la torre de 70 metros de altura, desde donde se tienen unas excelentes vistas panorámicas de la ciudad medieval. Nosotros al ir con la silla y con la cola que había que esperar decidimos finalmente no subir, lo dejaremos para una próxima ocasión. Por supuesto también es archiconocido el reloj astronómico que se encuentra en la base de la torre, pero de este hablaré más adelante.

dsc_0703-fileminimizer

Continuamos nuestro paseo por la calle Celetna y tras un rato llegamos a otro par de edificios interesantes y que están pegados, uno es la Torre de la Pólvora, otro de los símbolos de Praga y una de las entradas al casco histórico de la ciudad. Esta torre fue una puerta de la muralla que se construyó en 1475 hasta que sufrió un incendió y quedó destruida. Más tarde sirvió de almacén de pólvora y de ahí su nombre. Actualmente se puede subir a la torre, que actúa como mirador. No es la única Torre de la Pólvora que ver en Praga, ¡en el castillo hay otra con una historia muy similar!.

DSC_0710 (FILEminimizer)

El otro edificio es la conocida como Casa Municipal, literalmente tocando la Torre de la Pólvora, unidas por un pequeño puente. Este es el edificio art noveau más representativo de Praga y tiene una historia muy destacada, ya que desde allí se proclamó la independencia de Checoslovaquia en 1918. Hoy en día es escenario de los conciertos más prestigiosos de la ciudad con una preciosa cúpula que lo corona. En su interior también hay un restaurante y una cafetería a la que podéis entrar y que os llevará varias décadas atrás, no os lo perdáis.

DSC_0711 (FILEminimizer)

Seguimos por una de las calles más comerciales y con más ambiente de la ciudad, Na Prikope, en cuyo extremo sur se encuentra la plaza Wenceslao (Václvské námestí), el bulevar de 750m de largo y 60 de ancho que puede albergar hasta 400.000 personas y es lugar habitual de desfiles y celebraciones. En la parte superior, puede verse la estatua de San Wenceslao sobre su caballo. Al final del todo se encuentra el Museo Nacional de Praga, el más importante de la ciudad, un edificio enorme de estilo neo renacentista que fue construido entre 1885 y 1891, y de esos museos que necesitas casi un día para verlo todo, nosotros lo descartamos precisamente por eso.

dsc_0718-fileminimizer

Toda esta zona es de lo más animado de la ciudad y sin duda que pasaréis un muy buen rato paseando por ella y disfrutando de sus animadas tiendas, bares y restaurantes.

Ya estábamos terminando nuestra visita guiada así que nos dirigimos de vuelta a la Plaza de la Ciudad Vieja, no sin antes indicarnos una famosa pastelería para comer un dulce típico de la ciudad y a la que luego acudiríamos.

Después de adentrarnos en calles estrechas y seguir las explicaciones muy interesantes de Jitka llegamos por fin a la Plaza y allí a uno de los sitios más turísticos de la ciudad, el reloj astronómico del Ayuntamiento, un lugar de esos fantásticos, pero que se llenan tanto de turistas, que como siempre pierden bastante encanto, aún así, por supuesto un IMPRESCINDIBLE de la ciudad.

El Reloj Astronómico de Praga es el reloj medieval más famoso del mundo. Fue construido en 1410 por el maestro relojero Hanus y perfeccionado por Jan Taborsky en el siglo XVI. La leyenda dice que para que Hanus no repitiera su obra, los concejales le dejaron ciego. Otra curiosidad es que muchos de sus vecinos creen que el mecanismo funciona como amuleto de la ciudad, ya que la última vez que se detuvo, en 2002, Praga sufrió las inundaciones más graves de su historia.

El reloj es digno de ver de cerca, y que os expliquen lo que representa cada parte de él. Nosotros por supuesto llegamos a una hora en punto para ver el principal atractivo del reloj, que es el desfile de los doce apóstoles que se produce cada vez que el reloj marca las horas. Este desfile se produce en las ventanas superiores del reloj y concita la atención de todos los turistas con sus cámaras de fotos. El espectáculo, como digo siempre, es tan seguido y hay tanta aglomeración de gente… que pierde algo de su encanto, pero sólo por la tradición y de la importancia del reloj, por supuesto merece verlo, sería como ir a París y no ver la Torre Eiffel.

Hay que decir que tras todos los años de historia que tiene y todas las visicitudes pasadas (incluído el bombardeo en la II Guerra Mundial) el 75 por ciento de las piezas del reloj astronómico de Praga aún son originales.

dsc_0728-fileminimizer

Y aquí concluía nuestra visita guiada con Jitka, a la que le dimos las gracias por todas las historias que nos contó y sobre todo por su amabilidad. Desde aquí un abrazo grande Jitka!!!

dsc_0675

Esta es la ruta que habíamos hecho esta mañana.

ruta-manana-dia-2-viernes

Una vez que nos despedimos de Jitka ya teníamos hambre porque eran más de las dos, así que fuimos a comer a un lugar que tenía apuntado desde España, Casa de Carli, en la Ciudad Vieja (Vězeňská 116/5, 110 00 Praha 1) (www.casadecarli.cz). Es un italiano bastante «pijo» con una atención excelente. Fue curioso porque la carta tenía platos bastante «exóticos» para un italiano, y entonces para asegurar, como un mal equipo de fútbol preguntamos si sería posible unos spaghetti boloñesa para todos, jeje, así que eso fue lo que comimos y la niña pudo disfrutar también. Por cierto estaban muy buenos, y el postre que me comí, espectacular.

cam02060-fileminimizer

Es el sitio que más recomiendo de todos los que comí en Praga.

La tarde ya nos la tomamos mucho más de rélax, volvimos a un sitio que nos había enseñado de pasada Jitka y donde pensamos que podríamos descansar. Este es el Franciscan Garden, un oasis de tranquilidad y donde pasamos un buen rato sentados tranquilamente. Tiene un parque para niños, pero la nuestra seguía con una de sus habituales siestas-maratón y no se despertó en todo ese tiempo. De aquí y ya que está al lado, en la galería «Pasáž světozor», fuimos a la pastelería que nos había recomendado nuestra guía donde comimos un dulce típico de Praga, el Trdelník, y una tarta. El lugar se llama Ovocný Světozor.

Después de esto nos dirigimos ya de nuevo hacia la zona de la plaza. Decir que además de su ambiente medieval que envuelve la ciudad, Praga es famosa también por su cerveza. Los checos son los mayores bebedores del mundo de cerveza, consumen nada menos que 148.6 litros por personas al año!!!. No nos podíamos ir sin probarla, y tampoco Liria, que se las tomaba de dos en dos :):)

DSC_0773

Después del maratoniano día que habíamos tenido, decidimos volver pronto al hotel así que fuimos a cenar temprano, según los horarios españoles, claro. Lo hicimos en otro italiano, este llamado Pasta Fresca (Celetná 11, 110 00) (www.pastafresca.ambi.cz). También muy recomendable, nos gustó mucho. Está muy bien situado, junto al museo de cera Grévin.

Tras salir del restaurante sobre las 10 de la noche nos dirigimos al hotel no sin admirar antes la preciosa estampa del castillo desde el Puente de Carlos. Por cierto, os cuento una curiosidad divertida, ¿sabéis quién pagó la iluminación del Castillo?. Pues fueron los Rolling Stones, que en uno de sus conciertos que vino a dar en la ciudad en 1995, les gustó tanto el castillo y les pareció una pena que apenas se apreciera de noche, que pagaron de su bolsillo los 30.000€ que costó la iluminación exterior y la de cuatro de sus grandes salones. Un buen detalle del que todos después hemos podido disfrutar.

DSC_0797 (FILEminimizer)

Día 3. Castillo, Catedral de San Vito, Casa Danzante.

El sábado 30 de mayo no madrugamos ni mucho menos, dormimos hasta que la niña despertó y bajamos a disfrutar tanto del buenísimo desayuno como de la atención y amabilidad del personal del hotel, de la que ya habíamos apreciado la noche anterior tras calentarnos hasta tres veces el biberón de Liria.

Salimos del hotel y en diez minutos caminando, aunque cuesta arriba, ya estábamos en el Castillo, y qué castillo, construido en el siglo IX, es el más grande del mundo y el más importante de los monumentos de la República Checa. Alejado de la idea de castillo medieval con aspecto fortificado, el de Praga está compuesto por un conjunto de hermosos palacios y edificios conectados por pequeñas y pintorescas callejuelas. Aconsejo como siempre llegar pronto porque la avalancha de turistas a medida que pasa el tiempo es increíble, autobuses y autobuses vomitando gente como si no hubiera un mañana. El día es soleado, perfecto, así que nos esperaba un día grandioso para ver la ciudad.

Se puede decir que la historia de Praga comienza con la construcción del castillo, su situación estratégica pronto lo convirtió en el centro del territorio y constituyó la residencia de los Reyes de Bohemia desde su fundación por el príncipe Borivoj. En 1918 se convirtió en la residencia del presidente de la República Checa y desde entonces el presidente tiene allí su despacho.

Todo el complejo como ya dije lo conforman unos cuantos edificios, y hay múltiples opciones para combinar monumentos en la visita. Nosotros por tratar de priorizar, compramos los que a priori eran más importantes.

Comenzamos por la Catedral de San Vito, uno de los símbolos de la ciudad y la mayor muestra de arte gótico de Praga. Su construcción duró casi 600 años, de 1344 (por orden de Carlos IV) a 1929 y es el lugar de coronación de los reyes de Bohemia.

dsc_0851-fileminimizer

Por dentro es imponente con sus poderosas columnas sosteniendo la bóveda y sus preciosas vidrieras. La parte más importante de la catedral es la capilla de San Venceslao, que alberga las joyas de coronación checas, de incalculable valor, guardadas tras siete cerraduras. También se encuentran las tumbas de cinco santos, reyes, príncipes y arzobispos. A nosotros que estamos acostumbrados a ver grandes catedrales góticas como las de Burgos, Salamanca o Toledo, no es que nos impresionen algunas como estas, pero puedo decir que es cuanto menos admirable.

Es posible subir a la Torre Sur por una escalera de caracol desde la que se tienen unas magníficas vistas, eso dicen, porque yo, teniendo que subir a cuestas con la niña, como que no, los que seáis más valientes o vayáis sin peques, pues para arriba.

Desde aquí fuimos a visitar el famoso Callejón del Oro. Las viviendas que en él se encuentran se construyeron a finales del siglo XVI con el propósito inicial de dar cobijo a los 24 guardianes del castillo. Un siglo después de ser construidas, el gremio de los orfebres ocupó las casas y las modificó, habitando en ellas durante varios siglos.

Es interesante de ver sobre todo para ver cómo vivían y el tamaño de todo, parecían las habitaciones de los hobbits ;). Algunas estancias me parecían muy «colocadas» para el turismo y en algunos momentos me daban claustrofobia de la cantidad de gente que había, pero desde luego quitando esto me gustaron bastante. Es conocida esta calle también porque en la casa número 22 vivió el escritor Franz Kafka, entre 1916 y 1917.

Visitamos también el Antiguo Palacio Real, sede de los príncipes bohemios, que aunque alberga aunque vacío el magnífico salón Vladislav que aparece en esta foto, a mí tampoco me pareció imprescindible.

dsc_0856-fileminimizer

Igualmente entramos en la Basílica de San Jorge, que se ve de un plumazo, y está bien, sin más. Tiene una fachada barroca y una capilla de estilo gótico dedicada a Ludmila de Bohemia que alberga la sepultura de la Santa con otros dos santuarios.

Hay otros edificios para visitar como la Torre de la Pólvora o el Palacio Rosenberg, pero decidimos tomar algo tranquilamente y salir del recinto después de unas 3 ó 4 horas de visita aunque el lugar tiene para un día entero. Una vez fuera pudimos disfrutar de los jardines, y sobre todo de unas vistas magníficas de la ciudad.

dsc_0882-fileminimizerdsc_0879-fileminimizer

Comenzamos a bajar por la calle adoquinada Nerudova, que está llena de tiendas de souvenirs y restaurantes y que es muy interesante, hasta desembocar finalmente cerca del río Moldava, en la calle Na Kampe, por donde pasamos por uno de esos puentes en los que se pone de moda lo de poner los candados en él.

dsc_1024-fileminimizer

También vimos lo único que encontramos en todos los días de referencia a nuestro país, Andrés Iniesta y sus famosos vinos..

dsc_1025-fileminimizer

Luego comimos una salchicha en un puesto callejero que nos supo a gloria. Por cierto, no cometáis un error que es llevar euros para pagar en la ciudad, es verdad que os los cojerán en todos los sitios pero los cambios que os harán serán muy desfavorables, así que siempre tratar de pagar con tarjeta o en moneda local, en este puesto lo sufrí bien en mis carnes.

Esta es la ruta que habíamos hecho esta mañana hasta el puesto de comida.

ruta-3-manana-praga

Después de comer seguimos caminando paralelos al río hacia el sur por la zona de la península de Kampa, donde hay un espacio verde muy agradable para pasear y donde encontramos dos bebés-estatua muy divertidos llamados «Crawling Babies» y donde no podía faltar inmortalizar una foto con Liria, que no dejaba de mirarlos extrañada como diciendo, pero qué bebés más grandes…

dsc_0926-fileminimizer

Comenzamos a cruzar el río por el Puente de las Legiones (Most Legií en Checo), donde descendimos a la llamada Isla de los Tiradores (Střelecký ostrov), que en la Edad Media era un campo de entrenamiento para los arqueros, pero que ahora ese espacio de naturaleza en medio del río, es ideal para pasear y disfrutar de la tranquilidad y las fantásticas vistas que posee.

dsc_0941-fileminimizer

Terminamos de cruzar el puente de las Legiones desde donde se tiene unas vistas del puente de Carlos y el castillo impagables.

dsc_0963-fileminimizer

Y nos acercamos a uno de los iconos contemporáneos de la ciudad, el denominado Dancing House, o casa danzante, también llamado Ginger & Fred, nombre éste que proviene de los bailarines norteamericanos Fred Astaire y Ginger Rogers. Es un edificio de la corriente deconstructivista mandado construir por la aseguradora holandesa Nationale-Nederlanden y que fue diseñado por el arquitecto checo-croata Vlado Milunić en colaboración con el famoso arquitecto canadiense Frank Gehry. Fue diseñado en 1992 y terminado en 1996. El edifico como no, fue polémico cuando se construyó y tuvo sus detractores pero ahora parece que se ha ganado ya el respeto y la admiración de todos los praguenses y no praguenses. A mí personalmente me gustó mucho.

casa-danzante

Tras ver tan peculiar edificio y ya dirigiéndonos hacia el centro de nuevo, hicimos una parada para tomar algo en un bar un poco apartado y aquí sí tuvimos una buena muestra de lo que es esta ciudad y el país, cuyos precios salvo en las zonas más turistas son muy favorables. Pagamos al cambio poco más de 3€ por dos refrescos y un zumo.

Ya una vez que había caído la noche, estuvimos disfrutando de nuevo del reloj astronómico y la plaza de la Ciudad Vieja iluminada, y he de decir que es más bonita que de día, no os la perdáis.

dsc_0791-fileminimizer

Decidimos ya volver hacia el hotel y buscar un restaurante de camino, en Mala Strana, y finalmente terminamos en una pizzería cerca del Puente de San Carlos llamado Pizzería Canzone (Josekska 2, Mala Strana). Tenía un horno de piedra para las pizzas, y probamos una cada uno, y he de decir que acabamos bastante satisfechos y a un precio razonable, aunque creo que desgraciadamente el restaurante ya no está abierto, si es que había mucha competencia….

Este fue el camino que habíamos hecho después de comer, desde la calle Na Kampe.

ruta-3-tarde-praga

Día 4. Vuelta a casa.

Era domingo 1 de junio y lamentablemente se acababa nuestro fin de semana largo en la ciudad, pero dado que el avión no salía hasta las cuatro de la tarde, teníamos la mañana para dar un último paseo por la ciudad y despedirnos de ella. Así que tras desayunar y hacer el check-out, aunque nos guardaron las maletas hasta el momento de irnos, salimos a dar un paseo. El día era espléndido de nuevo, qué suerte tuvimos!!.

Salimos del hotel y fuimos en dirección al Puente de Carlos, era pronto pero ya había mucha gente por la calle, el buen tiempo invitaba a ello.

dsc_0630-fileminimizer

Decidimos no cruzarlo y quedarnos en la orilla oeste del río Moldava, sentados tranquilamente un rato y viendo como nuestra niña alucinaba con los cisnes, que nunca había visto.

dsc_1021-fileminimizer

Luego seguimos toda esa orilla hacia el norte, hasta llegar al bonito Puente Cechuv (Cechuv Most). Decir que Praga es conocida como la “ciudad de las cien torres” debido a las numerosas torres que cubren el horizonte, pero también podría ser llamada la “ciudad de los cien puentes”. De acuerdo con la guía Prague.net, hay más de trescientos puentes en la ciudad. Dieciocho de los puentes de Praga se extienden a lo largo del río Moldava, y cientos más sobre muchos otros ríos y arroyos más pequeños.

Cruzamos el Moldava y desde el otro lado hay un precioso paseo y unas vistas estupendas del Castillo.

dsc_1017-fileminimizerdsc_1020-fileminimizer

Seguimos andando hasta la Galería Rudolfinum, un edificio neorrenacentista situado en la plaza Jan Palach, en cuyo interior hay una gran sala de conciertos (denominada Sala Dvořák en honor al compositor checo y utilizada por la Orquesta Filarmónica Checa como sede de su temporada musical) y una sala de exposiciones (la Galería Rudolfinum). Justo al lado se encuentra otro de los puentes interesantes de la ciudad, el Puente Mánes, que lleva el nombre del pintor checo Josef Mánes. Todo el paseo paralelo al río, y animado con el buen tiempo que seguía haciendo, estaba lleno de artistas vendiendo láminas y cuadros de todo tipo. Nos gustó una y finalmente la compramos, que enseguida enmarcamos y pusimos en nuestro salón.

Ya por último cruzamos por última vez el más famoso de todos los puentes de la ciudad, el Puente Carlos, cuya construcción se inició en 1.357 bajo los auspicios del rey Carlos IV, siendo finalizado a comienzos del siglo XV. Desde hace más de 450 años, hasta 1.841, el Puente Carlos era el único puente que unía las dos orillas del río Moldava. Hoy en día el puente tiene su propio museo.

Se acercaba la hora de comer, y para hacerlo rápidamente entramos en un McDonalds y sobre las dos menos cuarto ya estábamos en el hotel porque nos recogía el servicio que nos trajo desde el aeropuerto.

Esta fue la ruta que hicimos esa mañana.

ruta-4-dia-praga

A las 15.55h. y con una puntualidad digna de los británicos despegó nuestro vuelo de Iberia. La niña en cambio no durmió nada durante todo el viaje, pero se portó bastante bien.

dsc_1027-fileminimizer

Y esto ha sido el resumen de nuestro viaje a Praga, una de esas ciudades top de Europa y que sin duda hay que visitar alguna vez en la vida. Es una ciudad cómoda y sencilla de recorrer, y se puede disfrutar tranquilamente. Yo espero volver en un futuro para ver lo que me quedó por visitar, sobre todo conocer el interior de muchos edificios que por ir con la niña decidimos no hacerlo.

Espero que os sirva para planificar vuestro viaje y que sobre todo me digáis después si os sirvió, ESPERO VUESTROS COMENTARIOS!!!!

PD: en 2017 tuve la oportunidad de volver a esta preciosa ciudad. Me alojé en el hotel IBIS PRAHA OLD TOWN (https://www.accorhotels.com/ibis-praha-old-town) y es una buena opción de alojamiento, ya que por unos 100€ fuera de temporada alta os podréis alojar en este funcional hotel, que sobre todo está muy bien situado, al lado de la Torre de la Pólvora y a pocos minutos andando de la famosa Plaza de la Ciudad Vieja.

Os pongo un par de fotos de una habitación y el lugar donde se desayunaba, que estaba bastante bien.

IMG_20171126_200935 (FILEminimizer)IMG_20171127_083639 (FILEminimizer)

Un compañero que vive en la ciudad nos llevó a un restaurante que voy a recomendar, con comida local a buen precio, se trata del Restaurante Kolkovna Savarin, muy cerca del centro. Las raciones son enormes, a mí me encantó el gulag y el pato (roast duck) y de postre el strudel aunque la carta es enorme (http://www.kolkovna.cz/en).

En esta breve visita, y dado que cuando fui anteriormente me quedé sin entrar en las sinagogas y el museo judío, esta vez sí que lo hice y puedo decir que no estuvo mal, lo que más me gustó fue la Sinagoga Española y de nuevo el Cementerio judío, que impresiona.

IMG_20171127_092603 (FILEminimizer)IMG_20171127_095614 (FILEminimizer)

Esta vez que pude visitarla en el mes de noviembre, con mucho menos turismo, me enamoró todavía más que cuando la visité la primera vez, así que os animo de nuevo a que no dejéis de conocerla, y de disfrutar de cada rincón.

Por último si te ha gustado el post sólo te pido un favorcito, ¡ayúdame a difundirlo!, puedes compartirlo con tus amig@s usando los botones de facebook, y si quieres puedes seguir mi blog. Por supuesto también puedes añadir cualquier comentario que será muy muy bien recibido. ¡¡Muchas gracias y hasta la próxima!!

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s