HONG KONG – MACAO

Desde hace unos cinco años, me empezó a interesar el conocer la ciudad de Hong Kong, no sé si por ver de cerca la mezcla entre Oriente y Occidente, por conocer quizás la urbe más importante de Asia o por ser uno de los centros financieros más importantes del mundo. A pesar de no ser una ciudad de las más turísticas, decidí que mi primera incursión en el continente asiático iba a ser Hong Kong, combinado después con la cercana capital del juego, Macao, y con las playas de Tailandia después.

Empecé a investigar a fondo y planificar el viaje y al final descubrí que la ciudad tenía más cosas interesantes de las que pensaba, una parte más tradicional con templos y santuarios de las religiones mayoritarias que son el budismo, el taoísmo y el confucianismo y otra más moderna, que le convierte en uno de los centros financieros más importantes del mundo, y que fue colonia británica hasta el 1 de julio de 1997, momento en el que entró a formar parte de China como Región Administrativa Especial.

Es actualmente el cuarto territorio más densamente poblado del mundo, de ahí que se construya en vertical y que sea en consecuencia, la ciudad con más rascacielos del planeta.

Se encuentra dividido en tres partes, la isla de Hong Kong, Kowloon y los Nuevos Territorios (incluida la isla de Lantau). En total tiene una población aproximada de 7,3M de habitantes (2014). No me gusta extenderme mucho con datos históricos para no aburrir, para ello desde luego que hay otro tipo de páginas con mucha más información.

Mapa Hong Kong

Un 23 de abril de 2015, Magaly y yo partimos de Madrid hacia la lejana Asia. La compañía aérea que cogimos y con la que conseguimos buenos precios (600€ cada uno) fue Fly Emirates, y a pesar de ser punteros en cuanto a entretenimiento en vuelo, no lo fue tanto ni en cuanto a calidad del avión por dentro, ni en cuanto a detalles con el cliente (por ejemplo recogían las mantas antes de aterrizar, gesto no muy correcto a mi forma de entender). Sinceramente esperábamos más de la aerolínea dubaití por excelencia. Después de hacer escala en la propia Dubai, con su imponente aeropuerto y coger otro vuelo de otras 7 horas, llegamos a nuestro destino.

El aeropuerto de Hong Kong es muy curioso porque está construido en una isla artificial ganada al mar, se terminó en 1998 y costó la friolera de 27.000 millones de dólares de aquel año, lo que le convirtió en uno de los tres obras más costosas de la historia hasta entonces. Su terminal aérea fue construida por el célebre arquitecto británico Norman Foster, y es el décimo con más pasajeros del mundo (2014), el cuarto de Asia por detrás de Pekín, Tokio y Dubai, pero el primero del planeta en cuanto a tráfico total de carga.

El trayecto en metro hasta Kowloon donde estaba nuestro hotel era muy largo, y además con lo cansados que estábamos tras la paliza de más de 14 horas viajando, decidimos coger un taxi que además leímos que no eran muy caros. Primera curiosidad (me encantan las curiosidades y anécdotas, por cierto), vemos que los taxis no son modernos ni glamourosos precisamente y dado que en la mayoría de los maleteros no cabe todo el equipaje de los clientes, han encontrado un sistema muy «eficaz», que consiste en cerrar, bueno no, intentarlo, porque el maletero se queda medio abierto, mediante una goma que enganchan por dentro, y venga, marchando!! ante nuestra cara de sorpresa. Decir que como conductor nos tocó el hermano chino de Lewis Hamilton, vaya manera de conducir, me recordó a uno que tuve en Estambul y que casi nos la pegamos, pero es verdad que nos llevó rápidamente y en apenas 25 minutos habíamos llegado al hotel, no sin antes empezar a alucinar ya con las vistas de la ciudad de noche. El trayecto nos costó como unos 45€ al cambio.

Nuestro hotel después de mucho buscar previamente fue el Crowne Plaza Hong Kong Kowloon East, y la verdad es que la elección fue acertadísima, ha sido uno de los hoteles mejores en los que hemos estado, y nos costó con desayuno unos 110€ la noche con Booking.com. No es céntrico pero ya sabíamos que sólo lo utilizaríamos para dormir. La habitación estaba en el piso 39, y hay que tener en cuenta que el 4 es el número de la mala suerte en China así que sorprende ver como del piso 39 pasa al 50…El desayuno sublime, con una parte para el típico desayuno continental y al que estamos acostumbrados, y otra llena de sopas, wok, etc, típicamente asiática.

DÍA 1. Monasterio de los mil Budas. Isla de Hong Kong. Avenida de las Estrellas.

Por la mañana salimos del hotel pronto tras haber desayunado como si no hubiera un mañana. No hacía mucho calor, y no nos hará mucho durante toda nuestra estancia, cosa que agradecimos. Nos dirigimos al metro que está justo al lado del hotel, parada TSEUNG KWAN, no sin antes ver enfrente del hotel una de las imágenes que esperábamos ver… estamos en Asia!!!

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Haciendo taichi

Compramos la OCTOPUS CARD, que es una tarjeta recargable que sirve como sistema de pago electrónico tanto en los medios de transporte de Hong Kong como en algunas tiendas y locales de la ciudad. Una cuestión sobre el metro y como se mueven los hongkoneses, nos causa curiosidad, no tanto la cantidad de gente que usa el metro, cosa que ya sabíamos de una ciudad con tanta población, sino más el hecho de lo organizados que son, la limpieza que hay y la educación que se respira, eso sí, todos, y cuando digo todos es todos, están enganchadísimos a su teléfono móvil, mucho más que los occidentales me dió la impresión.

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Dado que está nublado (siempre tengo mucho en cuenta el clima para decidir las rutas) decidimos ir a ver un templo, la verdad es que para lo grande que es la ciudad, no hay muchos o al menos muchos que destaquen por su espectacularidad, y vamos a ver uno que no es muy turístico, es el Monasterio de los mil budas, no es muy antiguo (construido a mediados del siglo XX) y está en la parada de metro SHAI TIN. El monasterio es gratuito, un poco escondido, y a pesar de que no hace mucho calor, la cuesta para subir se hace larga. No hay 1.000 budas junto al templo, sino más de 13.000, y nos permitirá por un lado comenzar a sumergirnos un poco en la parte más espiritual de la cultura oriental, además de ver unas bonitas panorámicas de la ciudad. Apenas hay turistas así que lo disfrutamos mucho.

Después de terminar la visita volvimos al metro y nos dirigimos al centro de la ciudad, la zona de TSIM SHA TSUI. Paseamos por la calle principal de Nathan Road, que es como la Castellana en Madrid o la Diagonal de Barcelona, y ahí ya empezamos a ver la famosa invasión de carteles en chino y por otro lado una característica que se repetirá muy a menudo, los grandes contrastes que hay, entre edificios muy modernos y otros al lado, muy viejos, la mayoría, bastante destartalados.

NOTA: no me gusta poner muchas fotos porque lo mejor es poderlo descubrir por vosotros mismos algún día, de todas maneras, darme vuestra opinión al respecto.

Damos una vuelta por la zona que es muy interesante y donde podemos ver cosas curiosas.

Más tarde cogimos un autobús para bajar abajo del todo de Kowloon, y hacer una de las mejores cosas que podéis hacer en HK y que para mí es IMPRESCINDIBLE. Coger el Star Ferry para pasar a la isla de HK en el ferry más barato y con mejores vistas posiblemente de toda Asia, y no olvidéis hacerlo de noche!!

Las dos opciones de trayecto son:

 * Tsim Sha Tsui – Central: Funciona de 6:30 a 23:30 y el tiempo de trayecto son unos 10 minutos. La frecuencia es de 6 a 12 minutos dependiendo de la hora.

* Tsim Sha Tsui – Wan Chai: De 7:20 a 22:50 desde Tsim Sha Tsui y de 7:30 a 23:00 desde Wan Chai. La frecuencia es de 8 minutos en horas punta, llegando hasta los 20 minutos fuera de éstas.

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Esta es una de las fotos que hicimos en el trayecto de la isla de Hong Kong, a la derecha podéis ver el Internacional Financial Center (IFC), rascacielos de 412 metros y segundo más alto de toda la ciudad.

Al llegar al otro lado, vamos a pasear por Causeway Bay, zona con muchas tiendas y edificios modernos, ¿sabíais que esta vía es una de las 3 calles comerciales con los alquileres más caros del mundo, compitiendo con ciudades como New York y París? aunque es verdad que los contrastes siguen siendo enormes. Descubrimos los andamios hechos con bambú, una alternativa barata, y parece que resistente.

La zona está bastante animada, encontramos hasta una pequeña manifestación, vestigios de la famosa manifestación de los paraguas que comenzaron los estudiantes en sept 2014 contra una reforma electoral del gobierno chino.

Nos vamos acercando a la zona de la noria, donde descubrimos un precioso parque con unas vistas increíbles y donde podemos descansar. Vemos despedidas de solteros de británicos, no está mal el sitio para hacerlas… y en España la gente yéndose a Gijón…;)

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En esta foto de esa zona podréis ver, a la izquierda, el rascacielos más alto de HK, el ICC (International Comerce Centre) de 484 m. y décimo actualmente del mundo, aunque baja posiciones año a año.

Cogemos el Star Ferry de vuelta a Kowloon para ver uno de los IMPRESCINDIBLES, si no el más importante de HK. Ver el Skyline de noche desde la zona de la Avenida de las Estrellas, además a las 20h. hay un espectáculo de luces. Esa zona sí que está llena de gente, y desde luego el sitio lo merece.

De la llamada Avenida de las Estrellas, que simula el Paseo de la Fama de Hollywood pero con actores asiáticos, sólo conocemos a Jackie Chan, y al gran Bruce Lee, cuya estatua de bronce es la más fotografiada y cuya creación en 2005 fue posible gracias a la recaudación de 100.000 US$ por los muchos fans del rey de las artes marciales, que murió en HK a la temprana edad de 32 años.

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Al anochecer empieza la concentración de «palos selfie» por metro cuadrado más grande que he visto, y las fotos son impagables, de las 1.000 que hice, sólo pongo una… para no aburrir, pero las vistas son absolutamente memorables!!! sólo por esto mereció la pena cruzarnos medio mundo!!!

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También he de decir que el espectáculo de las luces sinceramente me lo esperaba más espectacular, y podía haber sido mejor, pero bueno, es mi humilde opinión.

Después de esto volvemos al hotel, no sin antes perdernos por querer ir en autobús pero eso nos permitió ver otras zonas de Hong Kong, no tan glamourosas como el centro, pero igualmente interesantes, que siempre lo recomiendo. La verdad es que se nota que la población china sigue creciendo y encontrar a alguien que hable inglés, no es tarea fácil.

DIA 2. Gran Buda. Victoria Peak.

Este día nos despertamos con un buen tiempo así que decidimos ir a ver otro de los IMPRESCINDIBLES de nuestra visita a HK, ir a ver el Gran Buda de la isla de Lantau.

Gran Buda

Para ello cogemos el metro y tras un largo viaje de casi una hora ya que vamos más allá del aeropuerto, llegamos a la parada de metro de TUNG CHUN. Una vez que bajamos, continuamos fácilmente porque seguimos a toda la multitud que va al mismo sitio que nosotros, a coger el famoso Teleférico Ngong Ping 360, que nos llevará a lo alto de la montaña junto al Gran Buda. Para esto una recomendación, si podéis coger la entrada con antelación por Internet porque la cola es tremenda, estuvimos más de una hora esperando, pero es verdad que es arriesgado cuando no sabes el día exacto en el que vas a ir sobre todo por el clima, si el día está nublado, o llueve, las vistas desde lo alto de la montaña, pierden mucho. Otra opción que sopesamos y que algunos viajeros recomiendan, es subir en autobús al Buda, y parar a la ida o a la vuelta a ver el pueblo pescador de Tai O, donde se pueden ver unos famosos delfines rosas y cuyas vistas desde el bus son muy interesantes, pero nosotros lo descartamos por tema de tiempo. Cogimos cabina con el suelo transparente (Cristal Cable Car), que es un poco más caro y te hacen una foto para vendértela después, que nosotros no cogimos, será por fotos!!!

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El trayecto en teleférico estuvo muy bien y nos reímos muchísimo con dos parejas de chinos con los que compartíamos la cabina.

Al llegar nos encontramos con un pueblo bastante turístico y con frikadas que tanto le gustan a los asiáticos, haciéndose fotos en cualquier esquina. Aquí Magaly se hizo una imitándolos, con su gesto favorito…

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En este punto no pude reprimir hacer una foto a una de las pocas «huellas» de nuestro país en el viaje, aparte de la foto del jugador de fútbol Xavi Hernández que pudimos ver en algún cartel de publicidad en la ciudad. Esto fue un vagón de un teleférico de los Pirineos de 1970.

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Decir que eramos minoría de occidentales, yo creo que seríamos un 5 por ciento del total. Los chinos salen cada vez más de turismo, y HK es una muestra.

Atravesamos el pueblo y llegamos a visitar un monasterio muy interesante, y lo más importante de la visita junto con el Buda, el Monasterio Po Lin. Fue fundado por tres monjes en 1906 y es un templo curioso por la mezcla de factores arquitectónicos y religiosos de diversas procedencias (budismo, chino e indio sobre todo). El recinto del monasterio comprende el templo, las casas de los monjes que allí viven y un restaurante vegetariano.

Observamos a los lugareños como queman varillas de incienso, no sabemos si para purificarse o a modo de ofrenda. Se respira un clima de oración y respeto, que da gusto. A continuación visitamos el templo, que por dentro es precioso.

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Tras visitar el templo vamos en dirección al Buda.

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El Buda llamado Tian Tan es otro de los IMPRESCINDIBLES. Desde lejos no se aprecia bien lo impresionante que es. Se terminó en 1993 y es el Buda sentado más grande del mundo, con sus 34 metros de altura, y 250 toneladas de peso. La estatua tiene como base una hoja de loto y está rodeada por pequeñas estatuas de dioses que representan la inmortalidad.

Subimos los 268 escalones (no los contamos ;)) y pudimos apreciar lo enorme que es. Las vistas desde allí de todo el área son preciosas.

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Es ya mediodía y decidimos emprender el viaje de vuelta, hay muchos sitios para comer por ahí pero estamos muertos de hambre y decidimos ir a lo seguro, tiramos de McDonalds, pedimos perdón pero no somos muy fans de las comidas que vemos ;).

Tras comer, llegamos a HK sobre las 16h y descartamos el plan que teníamos, visitar el Convento Chi Lin con los jardines Nah Lian que tendremos que dejar para otra ocasión y que en todos sitios recomiendan, una pena pero se nos ha ido el timing y queremos llegar para ver con tiempo el último IMPRESCINDIBLE de HK, las vistas de la ciudad desde el Victoria Peak o Pico Victoria. Se puede subir en taxi o incluso caminando, pero optamos por la opción del Tram o tranvía. Nuestra intención es ver el atardecer, y obviamente no somos los únicos, nos encontramos una buena cola para subir. Pagamos con la Octopus Card el Tram y la visita a la terraza del mirador, y tras unos 40 minutos más o menos de espera subimos a lo alto de la colina. Una vez allí nos encontramos con un centro comercial lleno de tiendas, y un consejo, atención, porque si subes a la terraza, no podrás bajar y volver a subir, así que intentar no acceder muy pronto a la terraza si queremos ver el atardecer, porque si no se hará muy largo, aunque es verdad que las vistas, buff, son preciosas. Aprovechar para nada más llegar y de día hacer muchas fotos, porque al irse yendo el sol, aquello se llena de gente y es una auténtica batalla hacer fotos. Nosotros nos hicimos fuertes en un buen sitio y eso sí, estuvimos como 40 minutos aguantando empujones hasta ver como se iba el sol, absolutamente sublimes las vistas.

Como curiosidad, decir que el empresario Jack Ma, fundador y presidente ejecutivo de la compañía china Alibaba, adquirió una mansión en el exclusivo distrito donde está situado el mirador, por nada menos que 175 millones de euros, un precio que la convierte en la más cara de toda Asia y la segunda del mundo por metro cuadrado. Esto dice mucho de los precios del mercado inmobilidario de esta ciudad.

Estas son cuatro fotos de la panorámica ocultándose el sol…juzgar por vosotros mismos.

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Una vez que nos cansamos de ver el paisaje, decidimos ya volver, pero sorpresa!, descubrimos como la cola para bajar con el tranvía era enoooorme, pero como no hay mal que por bien no venga, esto hizo que buscáramos un restaurante e hiciésamos un auténtico descubrimiento, el restaurante Wildfire, y además con una mesa fantástica con vistas y nada caro para el sitio en el que estaba. Fue la pizza más glamorousa de todos nuestros viajes…

Finalmente cogimos el tranvía sobre las 22h., con algo de cola pero ya no tanto. Cogimos el Star ferry de noche disfrutando de las vistas y regresamos al hotel en Metro.

Ese día  pensamos en el día y nos dimos cuenta que pocas veces podemos decir que cogimos tantos medios de transporte en el mismo día, metro, teleférico, autobús, ferry y tranvía, casi ná.

Al día siguiente nos esperaba otra aventura, Macao, la ciudad del juego.

DIA 3. Macao: centro histórico y casino The Venetian

Este día nos levantamos con la intención de ir a MACAO, llamada «Las Vegas de Oriente».

Vamos con un poco de historia, sólo un poco. Macao es una minúscula península que fue la primera base europea en el Extremo Oriente, y también la última en volver al control de Pekín. Hasta el 20 de diciembre de 1999, se mantuvo bajo admistración portuguesa pero desde esa fecha es una de las dos regiones administrativas especiales de China (la otra es Hong Kong). Tiene un curioso récord, ser la región más densamente poblada del planeta, una población de 674.000 habitantes en una región de apenas 30km cuadrados. Casi 450 años de presencia portuguesa han dejado una profunda huella cultural y arquitectónica.

Para ir a Macao tenemos que ir en ferry o bien desde Shun Tak Centre (Central – metro Sheung Wan línea azul) o Tsim Sha Tsui. Nosotros vamos desde Central y una vez allí nos encontramos unas cuantas empresas que operan el trayecto a Macao. Salen barcos cada 15 minutos y el trayecto dura entre 60 y 75 minutos y hay barcos de 7:00 a 24:00 horas. Los barcos están muy bien, bastante cómodos, por dentro parece que vas en un avión. Coger cualquier compañía porque son todas parecidas. Comprar ida y vuelta, aunque la hora de vuelta la dejes sin cerrar. Llegar antes de las 20h. para volver, NO APURAR AL ÚLTIMO porque os podréis quedar sin plaza y tener que dormir en Macao.

Una vez que llegamos a la terminal, buscamos transporte para ir al centro a conocer el rico patrimonio histórico de Macao, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para ello cogemos el autobús urbano nº 3. Por cierto el precio es baratísimo, pero ojo llevar suelto porque no dan cambio, admiten moneda de HK. Al llegar al centro, nos da la impresión de estar en Europa, incluso en nuestro país, la influencia portuguesa está por todos lados, aunque se nota que la invasión china a todos los niveles es muy fuerte.

Visitamos los monumentos más importantes, el principal es la famosa portada de la catedral de San Pablo, antaño la más bella catedral católica al este de Roma y que fue destruida por un incendio en 1835. También podemos disfrutar de los bonitos colores del Senate Square o las iglesias de San Agustín y San Dominico.

Estuvimos como 3 horas viendo el centro histórico donde es interesante ver la mezcla de las dos culturas.

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Aunque ya la mayoría de las calles se asemejan a esta… fijaos las niñas del fondo saludando haciendo la «v» famosa.

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Esto que nos parecía embutido, lo probamos y buff, era dulce!!

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Casi al mediodía ya dejamos el centro y nos dirigimos a coger un autobús de los que te llevan de nuevo a la estación de ferry (lo mejor es preguntar a alguien o fijarse en los carteles con los trayectos de los autobuses), y luego en la estación coger cualquiera de los autobuses gratuitos que ponen los casinos. Prácticamente todos los grandes tienen su flota propia de autobuses, y salen cada 5 minutos porque se llenan enseguida.

Nosotros teníamos pensado ir al Venetian, el considerado como el más grande del mundo por superficie total. Este casino no está en Macao, está en otra isla al sur, la de Cotai.

MACAO

Es importante recordar en este punto, que Macao vive casi al cien por cien del turismo y sobre todo del juego. Es el único lugar de China en el que se puede apostar dinero legalmente a juegos de azar. En el momento de nuestra visita, hay 35 hoteles en Macao, que facturaron en 2014 alrededor de la mareante cifra de 44.000 millones de US$, ojo, 7 VECES MÁS QUE LAS VEGAS!!! aunque es verdad que comenzaba a notar la crisis que más adelante le afectaría de lleno.

El trayecto hasta el Venetian son unos 25 minutos aprox. Por el camino se ven otros casinos y lo que se está construyendo en la isla de Cotai, es impresionante. Destaca como singular el Gran Lisboa, que simula una flor de loto enorme (en la foto de abajo).

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Y al fin llegamos al Venetian, con el Galaxy al lado, dos mastodontes espectaculares. Solo algunas cifras del que vamos a visitar. Costó en total unos 1.800 millones de euros, tiene una superficie de 311.000 metros cuadrados, entre espacio para convenciones, superficie comercial y zona de juego. En esta última hay nada más ni nada menos que 3.400 máquinas de juego, 870 mesas de apuestas y poker y 24 restaurantes y bares. Además, sus hoteles cuentan con 3.000 habitaciones. Abrió en 2007, reproduce la ciudad de Venecia con una serie de canales a las afueras del recinto y es controlado por Las Vegas Sands, el mismo grupo de nuestro amigo Sheldon Adelson que dijo que construiría el complejo de Eurovegas en Madrid, pero ya sabéis cómo acabó todo.

Una vez en el interior, obviamente alucinamos con el tamaño y el lujo de todo lo que nos rodea.

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Enseguida entramos en la parte del juego, donde estaban ahí todos los asiáticos (no vimos ni un sólo occidental en nuestra visita) jugando como locos. Había gente de todo tipo, la mayoría nos pareció gente de lo más normal, incluso bastante desaliñada. No dejan hacer fotos en el área de juego, pero yo pude hacer alguna a escondidas.

Luego fuimos a una zona de restauración donde había todo tipo de cómida rápida y cuando terminamos, a pasear por los canales y las tiendas, qué locura, era enorme, y unas tiendas alucinantes. Algo compramos, unas zapatillas para nuestra hija y los típicos recuerdos.

Los únicos representantes hispanos, el imperio de Amancio Ortega, Camper y algún que otro corner de Desigual.

Seguía entrando gente y gente y aquello parecían más excursiones del Imserso que gente glamourosa comprando. Es verdad que la zona más VIP donde va la gente con más pudientes estaba en otra parte, seguramente vetada para los menos…

Una curiosidad era que no dejaban ni sentarte ni incluso ponerte de cuclillas en ningún sitio, enseguida venía un seguridad a llamarte la atención, lo vimos en un par de ocasiones, seguramente para que aquello no pareciese una estación de tren con la gente tirando de embutido como yo me sé…

Cuando ya nos cansamos y vimos que se nos hacía tarde, decidimos coger el autobús de vuelta, no sin antes yo perder la funda de la cámara que sabe dios donde la dejé con la cabeza que tengo. Al menos la cámara la tenía.

A la vuelta pudimos ver toda las grúas de los casinos que están en construcción, y al lado las miles de scooters aparcadas al lado, de trabajadores humildes, a saber en qué condiciones. Todo por la voracidad de seguir exprimiendo la gallina de los huevos de oro.

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Cogimos el ferry de vuelta y dado que era nuestra última noche en Hong Kong pensamos recorrer alguno de los muchos mercados que hay en la ciudad, y dar una vuelta por el centro para ver la ciudad de noche, que es sin duda otro IMPRESCINDIBLE.

Decir que en HK hay muchos mercados, el de Stanley, el de jade, de los peces de colores, de las flores, el mercado nocturno del Temple, también el Ladies Market, en la calle Tung Choi, parada de Mongkok, líneas roja y verde, que es al que fuimos nosotros.

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Me sorprendió para bien, muchos aparatos electrónicos como le gustan a los asiáticos, pero también mucha artesanía. Ahí utilizamos la técnica del regateo en la que nunca fui y creo que seré un experto, pero hice lo que pude.

Luego seguimos paseando por la zona de Mongkok, impresionados por tanto cartel luminoso y por el ambiente tan seguro que se respiraba.

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Con puestos de comida por todos lados y unos olores, que uff!!

También anuncios sorprendentes y que pensaba, inocente de mí, que sólo habría en Japón…

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Después de disfrutar del ambiente, cogimos el coche y nos fuimos al hotel 😉

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Ah, olvidaba decir que un par de noches cenamos en un italiano muy bueno en el centro comercial donde estaba nuestro hotel, ese día fue la última cena que disfrutamos mucho y nos fuimos a dormir, al día siguiente nos esperaba nuestro próximo destino, TAILANDIA!!!, pero esa ya… es otra historia, y otro diario 😉

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2 comentarios en “HONG KONG – MACAO”

  1. Hola Julia
    No recuerdo el nombre del restaurante, lo siento, el centro comercial está en los pies del que fue nuestro hotel, el Crowne Plaza Hong Kong Kowloon East. Hay una parada de metro llamada Tseung Kwan y ahí está el centro comercial.

    Un saludo

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